Consejos antes de empezar un partido

Suena la alarma, toca prepararse. Ropa, zapatillas, silbato, actas. Todo dentro de la mochila. Nos mentalizamos para la jornada que nos espera por delante. Días atrás hemos recibido las designaciones para el fin de semana. Cada uno/a tiene sus rutinas antes de un partido, pero hay una serie de «protocolos» (por llamarlo así) que cualquiera debería seguir antes de que comience un partido.

En este artículo vamos a tratar algunos aspectos que bien podemos tener en cuenta antes de disponernos a arbitrar.

Lo primordial, y aunque por normativa ya esté establecido, es llegar con tiempo. No apurar si no hay necesidad, transmitiendo una imagen de profesionalidad y facilitando, además, nuestra preparación (física y mental) para el partido. Llegar con tiempo a un pabellón/instalación permite entablar conversación con los protagonistas, sobre todo con los entrenadores. A veces, un simple de diálogo puede ayudar en la fluidez posterior del partido (explicando o recordando nuevas normativas, por ejemplo). Eso sí, no hay que abusar porque puede transmitir una sensación de «amiguismo» innecesario.

Aunque parezcan obviedades, es imprescindible revisar siempre si todos los elementos del pabellón/instalación están acorde a lo exigible. La pista, las líneas, las canastas… Sobre todo, y dependiendo la categoría, las dos últimas.

En relación a cómo están colocados los banquillos, es importante que no entorpezcan el desarrollo del partido y que los entrenadores tengan el espacio suficiente para poder llevar a cabo su trabajo sin salir del área técnica.

Retornando a los entrenadores, en algunas categorías se da la casuística que algún equipo es entrenado por el capitán del mismo. O por el delegado. Llegada tal situación, será importante recordar qué limitaciones se dan a la hora de intervenir durante el partido (tiempos muertos,  cambios…). Así evitaremos disgustos o situaciones complicadas después.

Son detalles, muchos de ellos de sobra conocidos, pero que conviene recordar y realizar antes del partido para ahorrarnos disgustos durante el mismo.

Una vez hecho todo eso, tocará rellenar las actas, mostrar apoyo a los anotadores de mesa (mutuo) y lanzar la bola al aire. Silbato, confianza y a disfrutar.